Yuki Kawauchi, el atleta
amateur que asombra al mundo
Este funcionario japonés se ha convertido en una de
las grandes sensaciones del atletismo mundial. Por las marcas que consigue sin
ser profesional y por la increíble cantidad de maratones que disputa (ha
llegado a correr diez en un año, el 2012).
* Nació el 5 de marzo de 1987 en Setagaya (Japón). Mide 1,74 m, y pesa 62 kilos. Trabaja como administrativo en la Kasukabe High School, 50 kilómetros al norte de Tokio, en la Prefectura de Saitama. Se le conoce como citizen runner (el corredor-ciudadano).
* Hasta 2010 era un desconocido para el gran público, o mejor dicho, era simplemente un joven atleta con marcas más que notables para ser popular. Ese año gana el Medio Maratón de Mari Tanigawa (1h:06:49), y consiguió un sorprendente cuarto puesto en el prestigioso Maratón de Tokio con un gran tiempo para un atleta amateur (2h:12:36). Esto le sirvió para recibir varias ofertas de equipos profesionales, que rechazó. Había debutado en la distancia en 2009 en el Maratón de Mainichi Oita (2h:19:23), y en los meses siguientes repitió en Tokio (2h:18:18) y Fukuoka (2h:17:33). Anteriormente había registrado 29:28 en los 10 km y 13:59 en un 5.000.
* Pero sería en 2011 cuando todo el mundo empieza a saber de sus hazañas. Se da a conocer a lo grande en febrero, tras acabar tercero en el Maratón de Tokio con un registro espectacular de
2h:08:37, lo que suponía rebajar en cuatro minutos su marca personal. Fue el primer japonés en cruzar la meta, exhausto, casi sin respiración. Lo más sorprendente era que aquel atleta amateur había hecho la mejor marca nacional desde 2008, con lo que automáticamente lograba plaza para los Mundiales de Daegu. Había nacido la leyenda del corredor-ciudadano.
* Entonces se supo que Kawauchi, quien entonces estaba a punto de cumplir 24 años, era un atleta autodidacta: se entraba sólo (sin preparador, al margen de cualquier estructura de equipo y de la Federación), en una única sesión de mañana, mientras que por las tardes trabajaba ocho horas en un Instituto. Según contó él mismo, en esos entrenamientos matinales realiza un promedio de 150 kilómetros semanales, bastantes menos que el tradicional sistema japonés.
* Ese entrenamiento incluye, a la semana, una tirada larga, un día de series, y otro de carrera por montaña, siendo el resto de sus entrenamientos rodajes de unos 80 minutos.
* Explicó entonces que en la escuela secundaria le costaba seguir el ritmo de los entrenamientos oficiales por lo que decidió abandonar la metodología japonesa para comenzar a hacer las cosas a su manera: "Entrenarme por mi cuenta me da libertad, aunque tenga que asumir toda la responsabilidad. Pero con esa libertad, puedo disfrutar con otros corredores que piensan como yo, e ir a mi propio ritmo, sin presiones. Yo elegí esta vida, y la disciplina me mantiene concentrado".
* Aquel triunfo de Kawauchi, quien ni siquiera estaba federado, supuso una revolución para el maratón japonés, cuyos sistemas oficiales de entrenamiento siempre han contado con una gran fama. De repente, todo el programa para maratonianos que llevaba a cabo la Federación japonesa desde los JJOO de Pekín 2008 quedaba en entredicho con los éxitos de este atleta semidesconocido que se entrenaba solo y se pagaba sus propios viajes cuando competía.
* En el Maratón del Mundial de Daegu quedó 18º (2h:16:11), ayudando a Japón a conquistar la medalla de plata por equipos.
* A finales de ese mismo año vuelve a asombrar al mundo al terminar dos maratones en 15 días con marcas más que notables. El 4 de diciembre acaba tercero en el maratón de Fukuoka (2h:09:57), y tan sólo dos semanas después, desafiando todas las lógicas de la fisiología del deporte, que habla de un desgaste brutal del cuerpo tras una de estas pruebas, es segundo en el de Hofu Yomiuri con un registro de 2h:12:33. Ya se le considera un ateta excepcional.
* En todas estas carreras impresiona además por su estilo agónico, valiente y combativo, corriendo los últimos kilómetros al límite de sus fuerzas; agachando la cabeza, apretando los dientes y cerrando los ojos en los momentos de mayor esfuerzo. No entiende de estrategias, y sale siempre a darlo todo desde el kilómetro uno. Con el coraje y el arrojo de un Samurai; hasta donde el corazón y sus piernas le lleven. Por eso, es habitual que finalice sus maratones exhausto, hasta el punto de haber acabado en la enfermería tras varios de ellos.
* En 2012, contraviniendo todos los tratados atléticos, disputa diez maratones (ganando seis de ellos) y una carrera de 50 kms (Oki Ultra). Llegó a vencer en tres maratones consecutivos en apenas un mes y medio. Y aunque no consigue mejorar su mejor marca en los 42,195 km, deja otro doblete asombroso en el mes de diciembre: corre en Fukuoka en 2h:10:29, y dos semanas después gana en Hofu con 2h:10:46. Lo que sí rebaja ese año es su plusmarca en el Medio Maratón, distancia en la que registra 1h:02:18 en su victoria en el Kawaga-Marugame Half Marathon.
* También en 2013 Kawauchi ha sido protagonista de sonadas gestas. El pasado 19 de enero tenía previsto correr el Maratón de El Cairo, y la organización le había reservado plaza en un avión como atleta invitado. Pero al llegar al aeropuerto descubrió que se había olvidado el pasaporte, por lo que no pudo embarcar. Ni corto ni perezoso, realizó una nueva reserva con otra compañía (Qatar Airways) por la que tuvo que desembolsar 6.700 euros, el equivalente a su sueldo de tres meses como administrativo. Para colmo, este vuelo no iba directo a Luxor, sino que tenía escala en Doha, lo que convirtió el viaje en una auténtica aventura. Pero su valiente gesto tuvo recompensa, ya que acabó ganando en tierras egipcias estableciendo un nuevo récord de la prueba (2h:12:24).
* Sólo dos semanas después, el 3 de febrero, suma una nueva victoria en el Beppu-Oita Mainichi Marathon, logrando su plusmarca personal (2h:08:15), y el récord en esta prestigiosa carrera japonesa. Y completa su hazaña en 2013 ganando el 17 de marzo el Maratón de Seúl, ¡con un tiempo de 2h08:14! que suponía rebajar por un segundo su mejor marca personal lograda un mes antes. Era su tercer maratón del año y el número 22 en poco más de cuatro años.
* Yuki Kawauchi es un atleta único que se mueve entre la admiración de los populares (para quienes es un auténtico héroe por su coraje y capacidad de esfuerzo), y el recelo de muchos atletas y entrenadores profesionales. Nunca se ha visto a nadie correr tal cantidad de maratones a tan alto nivel y sin abandonar su trabajo. ¿Durará mucho el fenómeno Kawauchi? Lo que nadie puede negar es que a sus 26 años el japonés kamikaze, el funcionario de las hazañas imposibles, agota todos los calificativos.
Fuente:
Planeta Running
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