Si
al hacer deporte es víctima de un trastorno de este tipo podría afrontar
mareos, taquicardias e incluso morir.
Si
la temperatura corporal de un atleta sobrepasa los 40 grados centígrados significa
que es víctima de lo que muchos llaman un “golpe de calor”.
Casos
de este mal se han presentado en el país con mayor regularidad en los últimos
meses.
La
principal razón es que algunos atletas, en disciplinas deportivas de mayor
auge, realizan un esfuerzo que sobrepasa su verdadera capacidad.
Las
mayores consecuencias de este trastorno son mareos, taquicardia, convulsiones,
fuerte dolor de cabeza y hasta la muerte inmediata en el peor de los casos.
“Un
golpe de calor puede presentarse en cualquier deporte, sin embargo, el peligro
es más latente en disciplinas como el triatlón o en carreras principalmente
bajo climas muy pesados, pues la temperatura ambiental es muy alta y muchos
creen que con hacer ejercicio de vez en cuando ya pueden hacer una prueba de
este tipo”, expresó el educador físico, Manuel Jiménez.
Así
las cosas, podemos mencionar que la primera causa de sufrir un golpe de calor
es no tener la capacidad física para afrontar un plan de entrenamiento o de
competencia acorde a las condiciones climatológicas.
Según
el educador, otra causa constante es tener una predisposición genética que
influirá directamente a la hora de la adaptación al calor.
Ante
esta situación, lo mejor es siempre realizarse una serie de exámenes médicos
que marquen el paso a seguir.
“Antes
de iniciar la práctica de cualquier deporte, siempre se debe hacer un amplio
chequeo médico, para analizar todos estos factores. Lastimosamente, en nuestro
país prácticamente solo los atletas élites lo hacen y los aficionados son muy
pocos, a pesar de que está en juego sus vidas”, agregó Jiménez.
Incluso,
dependiendo de sus condiciones, hay atletas que deben estar como mínimo 72
horas en el lugar donde competirán para tener una mejor aclimatación ambiental.
Es
decir, para estar protegido no es un asunto de simplemente ponerse las tenis e
ir a hacer ejercicio, sino que más bien hay estrategias a seguir.
Por
su parte, el preparador físico Carlos Bermúdez comparte lo anterior, no
obstante, recuerda la importancia de una buena hidratación pues ayudará a
contrarrestar esta amenaza.
“La
hidratación se inicia cuatro días antes de la competencia. Se debe ingerir como
mínimo tres litros diarios de hidratante, el día de la competencia se debe
tomar cerca de 500 mililitros media hora antes y durante la actividad,
introducir líquidos cada 15 minutos”, aseguró el experto.
“El
cuerpo humano siempre avisa cuando algo está mal, por eso, hay que saber cuándo
detenerse antes de que pase algo malo”
Manuel
Jiménez
Educador
físico
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