Hoy es el día mundial sin tabaco. Nos unimos a conmemorarlo y a hacer conciencia: erradiquemos este horrible hábito en nuestras sociedades y en su lugar, sembremos el hábito de la motivación, el deporte y la calidad de vida!
viernes, 31 de mayo de 2013
jueves, 30 de mayo de 2013
Gánale a tu mente
Gánale
a tu mente
Una
actitud positiva le ayudará a vencer el cansancio y los dolores musculares y
así terminar la competencia.
Si
somos positivos antes de iniciar una carrera, ya vamos ganando. Según los
expertos en psicología deportiva nuestra mente es tan poderosa que es un factor
determinante para finalizar con éxito una competencia.
En
muchas ocasiones se escucha a los atletas antes de una carrera decir frases
como por ejemplo, “no sé si aguantaré terminar” o “voy a hacer lo que pueda”.
“Si
una persona se mete en una carrera sea de la distancia que sea es porque ha
entrenado y tiene la capacidad desde cualquier ángulo que se vea para terminar
exitosamente. Por eso, no podemos dudar ni antes ni durante la carrera”, dijo
Roberto Mata, quien es psicólogo y en muchas ocasiones ha ayudado a deportistas
a vencer esa barrera mental.
Sin
embargo, estos auto-cuestionamientos mentales se presentan en menor escala
antes de la competencia.
Según
indicó Mata, factores como hablar con los amigos o ver gente en la salida, nos
hace olvidarnos de esos miedos. Lo malo, es que si somos débiles, nos pueden
atacar luego, principalmente en los primeros kilómetros de la competencia.
Dudas
durante la carrera
Aunque
tengamos una mente fuerte no debemos dejar de lado que las primeras dudas
aparecen por razones físicas.
El
cansancio, el ver cómo nos rayan o los dolores musculares pesan en el
rendimiento.
Precisamente
en esas situaciones, es donde debemos ser más positivos que nunca.
“El
mejor consejo que les puedo dar es tener confianza en uno mismo, nosotros
debemos mandar nuestra mente y no ella a nosotros”, finalizó Mata.
Los
3 consejos
1.
Debemos estar concentrados.
2.
Nunca dude de que va a lograr el objetivo.
3.
A pesar de lo que suceda en la prueba, mantengamos siempre la calma.
Anthony Porras
Fuente: Periódico Al Día
martes, 28 de mayo de 2013
domingo, 26 de mayo de 2013
viernes, 24 de mayo de 2013
miércoles, 22 de mayo de 2013
Leyendas del deporte: Alfredo Di Stéfano
Alfredo Di Stéfano
(Alfredo Di Stéfano Laulhé; Buenos Aires, 1926) Jugador y
entrenador de fútbol argentino nacionalizado español, sin duda el mejor de la
década de los cincuenta; se le considera entre los mejores de la
historia.
Hijo de padres italianos, debutó en primera división en 1944, y
cinco años más tarde ingresó en la plantilla del Millonarios de Bogotá. Ya
había sido campeón de Argentina en el River Plate y siete veces internacional
con la selección de su país cuando fue fichado por el Real Madrid en 1953, tras
una polémica disputa con el Fútbol Club Barcelona. El presidente del Real
Madrid, Santiago Bernabeu, vio en él al jugador ideal para formar un equipo
poderoso a nivel europeo.De este extraordinario palmarés es preciso destacar las cinco Copas de Europa consecutivas (de 1956 a 1960): las cuatro primeras tuvieron como máximo goleador de la competición a Di Stéfano, que marcó en total 49 tantos, un registro que no se vería superado hasta 2005 por el también madridista Raúl. Nacionalizado español en 1956, con la selección española disputó 31 partidos y fue el máximo goleador hasta que Emilio Butragueño superó su récord de 22 goles. La saeta rubia, apodo por el que era conocido, recibió el Balón de Oro de la revista France Football como mejor jugador europeo en 1957 y 1959.
El 25 de agosto de 1963 fue secuestrado en Caracas, durante la
pequeña Copa del Mundo, por miembros de las Fuerzas Armadas de Liberación, que
trataban de derrotar al presidente Rómulo Betancourt. Fue liberado dos días
después cerca de la Embajada española. Su último encuentro con el Real Madrid
fue la final de la Copa de Europa frente al Inter de Milán el 27 de mayo de
1964; Di Stéfano fue el gran sacrificado tras esta derrota, ya que al mes
siguiente tuvo lugar su salida del club.
Fuente: http://www.biografiasyvidas.com
lunes, 20 de mayo de 2013
viernes, 17 de mayo de 2013
Un video motivacional: Cuánto lo deseás?
Cuánto estás dispuesto a dar para conseguir tu sueño? Habrá que esforzarse. Va a doler. Estás dispuesto a pagar el precio? Si realmente lo deseás, andá y logralo. Sin poner excusas..
miércoles, 15 de mayo de 2013
lunes, 13 de mayo de 2013
sábado, 11 de mayo de 2013
Las endorfinas, ¿la clave de la felicidad?
Las endorfinas, ¿la clave de la
felicidad?
¿Sabías que las
endorfinas son responsables de que disfrutemos de las cosas que nos dan
satisfacción y que ello, a su vez, hace que produzcamos más?
Las endorfinas
son unas sustancias (Péptidos opioides endógenos) que produce nuestro cuerpo,
de forma natural, para conseguir atenuar el dolor y/o producir una sensación de
bienestar. Es por eso que las endorfinas son conocidas también como hormonas de
la felicidad.
·
Ayudan
calmar el dolor ante un traumatismo, inflamación extrema, enfermedad aguda,
exceso de actividad física o esfuerzo extremo, etc. Sería un efecto parecido
(en su intención) al que haría la morfina.
·
Crean
la sensación de placer ante situaciones agradables.
·
Ayudan
a liberar las hormonas sexuales, responsables del deseo sexual.
·
Fortalecen
el sistema inmune.
·
Modulan
el apetito.
En general,
podríamos decir que son las responsables de nuestra calidad de vida.
¿Cómo podemos fabricarlas en
mayor cantidad?
Cuando hacemos
actividades, que el cuerpo identifica como placenteras, se produce un aumento
de la producción de endorfinas.
·
Ejercicio
físico moderado.
·
Relaciones
sexuales satisfactorias.
·
La
risa es, sin duda, uno de los factores que más incrementa nuestros niveles de
endorfinas.
·
El
contacto con la naturaleza ya que siempre nos hace sentir mejor.
·
La
relajación. Puede ser cualquier actividad que disminuya nuestro nivel de estrés
y nos sea satisfactoria (relajación, meditación, visualizaciones, etc.)
·
El
masaje, el shiatsu o cualquier terapia manual.
·
Tener
un hobby o afición.
·
Disfrutar
con las comidas y sus sensaciones (olores, sabores, etc.), la compañía, etc.
·
La
música, el baile o el canto nos ayudan a liberar gran cantidad de endorfinas.
·
Hacer
cosas por el bien de los demás (respetar el medio ambiente, ser más solidario,
ayudar al prójimo, etc.)
·
Empezar
el día con entusiasmo. Un poquito de ejercicio, un buen desayuno y un
pensamiento o recuerdo positivo.
Síntomas de tener bajos niveles
de endorfinas
Las personas que
siempre están tristes (sin motivo aparente), aburridas y que acostumbran a
verlo todo negro. Es muy curioso que, a menudo, también visten siempre de
negro.
Enemigos de las endorfinas
La producción de
endorfinas no es continua o sea que hay que estimularla continuamente. Así,
pues, no basta con ser feliz de vez en cuando sino que hemos de buscar
disfrutar de la vida día a día.
Es como el pez
que se muerde la cola, a mejor nos sentimos más endorfinas fabricamos y si
fabricamos muchas nos sentimos bien y más disfrutamos de las cosas.
Es por ello que
hemos de huir de la rutina, del aburrimiento y dejar siempre abierta la puerta
a nuevos proyectos, reenamorarnos de nuestra pareja cada día, relacionarnos más
con los amigos y disfrutar de las pequeñas cosas del día a día.
Como el sabio
diría, la vida no es lo que es sino como la vemos y la vivimos.
Regenta el herbolario Supernatural en Sant Cugat del Vallés.
Articulista sobre temas de salud y calidad de vida.
Fuente: http://www.enbuenasmanos.com
jueves, 9 de mayo de 2013
martes, 7 de mayo de 2013
domingo, 5 de mayo de 2013
viernes, 3 de mayo de 2013
miércoles, 1 de mayo de 2013
Leyendas del deporte: Jesse Owens
Leyendas del deporte: Jesse Owens
(James Cleveland; Decatur, Alabama, 1913 - Tucson, Arizona,
1980) Atleta norteamericano. Jesse Owens brilló en la atmósfera racista de los
Juegos de Berlín de 1936, donde realizó una exhibición tan espectacular que
durante unos pocos días el mundo se olvidó que seguía ardiendo el conflicto
político que estallaría en la Segunda Guerra Mundial. Owens ganó cuatro
medallas de oro, batió dos records mundiales y otro olímpico.
Hijo de una numerosa familia de labradores, mientras
realizaba sus estudios primarios, trabajó como vendedor de periódicos, empleado
de una gasolinera y recadista. A principios de la década de 1920, la familia
Owens se unió a la gran emigración negra hacia el norte, afincándose en
Cleveland.
Su profesor de gimnasia en la escuela, Charles Riley, se
sintió atraído por el joven, a quien traía el desayuno e invitaba a almorzar a
su casa además de enseñarle a correr. En la secundaria, Jesse ganó 74 de las 79
carreras en las que compitió, batiendo el récord nacional de salto de longitud.
Se matriculó en la Universidad Estatal de Ohio, donde obtuvo un empleo a tiempo
completo mientras practicaba atletismo.
Realizó su primera proeza en Michigan, en 1935, batiendo cinco
records mundiales e igualando otro en menos de 90 minutos: corrió las 100
yardas en 9 min. 4 seg.; saltó 8,13 m de longitud, récord que tardó 25 años en
ser superado, y corrió las 220 yardas lisas en 20 min., 3 seg. y las 220 yardas
vallas en 22 min. 6 seg. Desde ese día se le conoció como el Antílope de Ébano.
En 1936, en Chicago, batió el récord mundial de 100 m con 10
seg. 2 cent. Participó en los Juegos Olímpicos de Berlín, en los que consiguió
cuatro medallas de oro en 100 y 200 m, salto longitud y relevos 4 x 100 m.
Una vez terminados los Juegos Olímpicos, el equipo de
Estados Unidos inició una gira por Europa, en la que Jesse se negó a
participar. Quería volver a su hogar. Esta actitud le valió ser suspendido de
las filas amateurs, y que se le negara el Premio Sullivan como amateur más
destacado de EE.UU. en 1936, que recayó en el decatlonista Glenn Morris.
Retirado de las pistas, hizo incursiones sin éxito en el
mundo de los negocios, perdiendo su fortuna y cayendo en el anonimato, hasta
que el gobierno de Estados Unidos le designó embajador de buena voluntad. Jesse
volvió a florecer como orador público capaz de despertar las emociones de sus
oyentes, hablando ante convenciones de negocios, grupos juveniles y
organizaciones cívicas. Falleció en 1980, víctima del cáncer de pulmón. Sus
hazañas son recordadas en la magnífica película que rodó Leni Riefenstahl de
los Juegos de 1936.
Fuente: biografiasyvidas.com
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