sábado, 12 de octubre de 2013

Ejercicios para tener una memoria a prueba de olvidos



En esta época con toda la tecnología, tal parece que cada vez dependemos menos de la memoria para las cosas cotidianas y se nos olvida de lo importante que es ejercitarla. No sólo es importante para tener la información básica en nuestro propio “disco duro”, sino para retrasar la pérdida de la memoria. Sigue leyendo este artículo y descubre algunas fórmulas sencillas para ejercitar tu memoria y retrasar algunas enfermedades que vienen con la edad.

Te apuesto a que cuando eras niño podías marcar de memoria los números de teléfono de casi todos tus amigos, los números de teléfono de las oficinas de tus padres e incluso los número de las tías y las abuelas. Hoy en día ¿cuántos números puedes recordar de memoria sin revisar tu banco de datos? Toma lápiz y papel y haz una lista de los números telefónicos, de las direcciones y de los nombres de las personas que conoces. Olvídate de tu computadora, de tu celular, de tu iPod y de tu iPhone. Concéntrate en tu memoria. Tal vez después de este ejercicio podrás escribir 10 datos, quizás 5 o en el peor de los casos, ninguno.

Seguramente no querrás llegar a viejo y tener dificultad para recordar los años maravillosos que has vivido, u olvidarte de las cosas que han marcado tu vida, o simplemente no recordar qué comiste por la mañana y qué hiciste ayer en la tarde. La falta de memoria es un problema que puede causar alarma. Lo bueno es que con ejercicios para la memoria, puedes evitar que tu memoria te traicione y se borre por completo.

¿Cuál es la clave para tener buena memoria? Sin duda alguna, el ejercitar el cerebro, porque, como cualquier otro músculo, si no se entrena, se “oxida”. Actualmente esto se ha convertido en un reto, porque contamos con calculadoras, computadoras y teléfonos que hacen todo para que no pensemos ni memoricemos nada, para que hagamos el mínimo esfuerzo. Sin embargo, esa comodidad puede pasarte una cuenta de cobro más adelante en la vida. El ejercitar la memoria ayuda a prevenir enfermedades como el Alzheimer, la demencia senil y la pérdida de capacidades cognitivas que pueden presentarse a partir de los 50 años.

La preocupación por no perder la memoria es tan fuerte en el mundo científico que hace pocos meses, en Versalles, Francia se abrió The Learning Club, el primer gimnasio para ejercitar la memoria.

De la misma manera que cuando vas a un gimnasio para fortalecer tu cuerpo o para bajar de peso, en este tipo de lugares se realizan actividades para entrenar la memoria como aprender listas de palabras, recitar poemas enteros y memorizar recetas cada semana. La complejidad de las actividades va a aumentando en forma progresiva. El éxito de un lugar así, es que las personas se mantienen motivadas porque tienen que enfrentarse a un grupo y decir enfrente de mucha gente, lo que han aprendido de memoria.

¿Qué puedes hacer para ejercitar tu memoria?


Si siempre haces lo mismo de la misma manera, tu mente se acostumbra a una rutina y no se crean nuevas conexiones entre las células del cerebro. Por eso, es importante retarlo, sacarlo de sus esquemas y plantearle nuevas tareas. Aquí te cuento cómo puedes hacer para tener una memoria en forma:

1. Juegos para la memoria como el sudoku, el ajedrez, el busca minas (minesweeper en inglés), los anagramas, leer con velocidad, el hacer crucigramas, etc. Existen lugares en el Internet en donde puedes encontrar estos juegos, o en revistas y en diarios también los encuentras. También hay juegos de mesa que involucran preguntas y respuestas que son entretenidos y son excelentes para memorizar datos.

2. Ejercicios de entrenamiento que involucren memorizar (intenta recordar cualquier lista o esquema), visualizar (por ejemplo si quieres acordarte del nombre de una persona visualiza cómo es, qué hace, qué ropa tenía cuando la viste, etc.), razonar (entender algo mediante asociación de ideas) y resolver problemas de lógica.

3. Salte de la comodidad y realiza tareas complejas. Por ejemplo, prepara tus impuestos, lee un libro sobre cómo abrir una nueva empresa y sigue las instrucciones paso por paso, arma un mueble. Así estarás forzando a tu cerebro a prestar mucha atención y a comprender, lo cual constituye un excelente entrenamiento.

4. Lee y cuenta historias: El leer te exige poner toda tu atención y más cuando quieres contarle la historia a otras personas.

5. Aprende otro idioma: El hablar más de un idioma reta a tu cerebro constantemente, sobretodo cuando tienes que traducir o explicar lo que significa una palabra en otro idioma.

6. Haz ejercicio regularmente. La frase cliché de “mente sana en cuerpo sano” es totalmente cierta. Lo que es bueno para tu cuerpo, es bueno para tu cerebro. El sedentarismo contribuye a que desarrolles condiciones como la hipertensión, la cual puede afectar la memoria.

7. Evita pasar horas frente al televisor. Mientras más tiempo gastes en actividades que no retan a tu cerebro, más posibilidades tendrás de perder la memoria.

Como puedes ver hay muchas opciones divertidas para ejercitar tu cerebro y así tener buena memoria. Si cocinas, intenta memorizarte las recetas. Si te gustan los poemas o las historias recuérdalas y cuéntaselas a alguien. Si te gusta caminar busca senderos distintos que obliguen a tu cerebro a recordar diferentes rutas.

El retar a tu cerebro es divertido. El perder la memoria, no lo es.
 
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jueves, 3 de octubre de 2013

Leyendas del deporte: Wilson Kipsang Kiprotich

Wilson Kipsang Kiprotich, policía por accidente

El atleta que volaba con zapatos de cuero

En 2003 venció sin entrenamiento un 5K de unas pruebas policiales

10 años más tarde, bate el récord del mundo de maratón en Berlín





Una historia rocambolesca desemboca en un récord del mundo. Hace 10 años, Wilson Kipsang Kipotrich (Keiyo, 1982) se coló, sin entrenamiento alguno, en unas pruebas policiales que se celebraban en su ciudad.

"Era una carrera de 5 kilómetros y yo no tenía reloj ni zapatillas de correr ni nada, iba con zapatos de cuero", reconocía el keniano, antes de su victoria en el Medio Maratón de Nueva York del pasado marzo, en una entrevista recogida por Letsrun.com. "Gané esa prueba de selección y me ofrecieron representar a la Policía en otras competiciones".

Así comenzó el idilio de Wilson Kipsang con el atletismo, un deporte que se le había dado bien en el colegio, pero que luego abandonó para dedicarse "a la familia y a pequeños negocios". Sus amigos siempre habían tratado de convencerlo para que corriese, pero tuvo que venir aquella prueba de selección policial a la puerta de su casa para obrar este auténtico milagro deportivo.
 

De Frankfurt 2011 a Londres 2012
 

Wilson Kipsang saltó a la fama atlética para el gran público el 30 de octubre de 2011 en el Maratón de Frankfurt. Un año después de su debut en la ciudad alemana, el keniano firmó un registro estratosférico, 2h03:42, quedándose a tan sólo cuatro segundos del récord del mundo de su compatriota Patrick Makau. Un año más tarde, su aventura olímpica en Londres 2012 finalizaría en bronce tras un ataque kamikaze en los primeros kilómetros de la prueba, una maniobra que enterró su sueño de ser campeón olímpico.

En su calendario de 2013, el atleta tenía marcado en rojo el Maratón de Berlín, tierra de conquistadores. Y la magia de la ciudad alemana surtió efecto. Tras el etíope Haile Gebrselassie y el citado Makau, Wilson Kipsang es el siguiente en tocar el cielo en el asfalto berlinés. Su exhibición sobrenatural en los últimos kilómetros fija la nueva plusmarca mundial en 2h03:23. El eterno Valle del Rift ha elegido a su nuevo rey, el mismo hombre que en 2003 volaba con zapatos de cuero.



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