martes, 27 de agosto de 2013

Artículo: Golpes de calor



Si al hacer deporte es víctima de un trastorno de este tipo podría afrontar mareos, taquicardias e incluso morir.



Si la temperatura corporal de un atleta sobrepasa los 40 grados centígrados significa que es víctima de lo que muchos llaman un “golpe de calor”.

Casos de este mal se han presentado en el país con mayor regularidad en los últimos meses.

 

La principal razón es que algunos atletas, en disciplinas deportivas de mayor auge, realizan un esfuerzo que sobrepasa su verdadera capacidad.

Las mayores consecuencias de este trastorno son mareos, taquicardia, convulsiones, fuerte dolor de cabeza y hasta la muerte inmediata en el peor de los casos.

“Un golpe de calor puede presentarse en cualquier deporte, sin embargo, el peligro es más latente en disciplinas como el triatlón o en carreras principalmente bajo climas muy pesados, pues la temperatura ambiental es muy alta y muchos creen que con hacer ejercicio de vez en cuando ya pueden hacer una prueba de este tipo”, expresó el educador físico, Manuel Jiménez.

Así las cosas, podemos mencionar que la primera causa de sufrir un golpe de calor es no tener la capacidad física para afrontar un plan de entrenamiento o de competencia acorde a las condiciones climatológicas.

Según el educador, otra causa constante es tener una predisposición genética que influirá directamente a la hora de la adaptación al calor.

Ante esta situación, lo mejor es siempre realizarse una serie de exámenes médicos que marquen el paso a seguir.

“Antes de iniciar la práctica de cualquier deporte, siempre se debe hacer un amplio chequeo médico, para analizar todos estos factores. Lastimosamente, en nuestro país prácticamente solo los atletas élites lo hacen y los aficionados son muy pocos, a pesar de que está en juego sus vidas”, agregó Jiménez.

Incluso, dependiendo de sus condiciones, hay atletas que deben estar como mínimo 72 horas en el lugar donde competirán para tener una mejor aclimatación ambiental.

Es decir, para estar protegido no es un asunto de simplemente ponerse las tenis e ir a hacer ejercicio, sino que más bien hay estrategias a seguir.

Por su parte, el preparador físico Carlos Bermúdez comparte lo anterior, no obstante, recuerda la importancia de una buena hidratación pues ayudará a contrarrestar esta amenaza.

“La hidratación se inicia cuatro días antes de la competencia. Se debe ingerir como mínimo tres litros diarios de hidratante, el día de la competencia se debe tomar cerca de 500 mililitros media hora antes y durante la actividad, introducir líquidos cada 15 minutos”, aseguró el experto.

“El cuerpo humano siempre avisa cuando algo está mal, por eso, hay que saber cuándo detenerse antes de que pase algo malo”

Manuel Jiménez

Educador físico
 
Fuente:

miércoles, 21 de agosto de 2013

Yuki Kawauchi, amateur que asombra al mundo


Yuki Kawauchi, el atleta amateur que asombra al mundo
Este funcionario japonés se ha convertido en una de las grandes sensaciones del atletismo mundial. Por las marcas que consigue sin ser profesional y por la increíble cantidad de maratones que disputa (ha llegado a correr diez en un año, el 2012).

 



* Nació el 5 de marzo de 1987 en Setagaya (Japón). Mide 1,74 m, y pesa 62 kilos. Trabaja como administrativo en la Kasukabe High School, 50 kilómetros al norte de Tokio, en la Prefectura de Saitama. Se le conoce como citizen runner (el corredor-ciudadano).

* Hasta 2010 era un desconocido para el gran público, o mejor dicho, era simplemente un joven atleta con marcas más que notables para ser popular. Ese año gana el Medio Maratón de Mari Tanigawa (1h:06:49), y consiguió un sorprendente cuarto puesto en el prestigioso Maratón de Tokio con un gran tiempo para un atleta amateur (2h:12:36). Esto le sirvió para recibir varias ofertas de equipos profesionales, que rechazó. Había debutado en la distancia en 2009 en el Maratón de Mainichi Oita (2h:19:23), y en los meses siguientes repitió en Tokio (2h:18:18) y Fukuoka (2h:17:33). Anteriormente había registrado 29:28 en los 10 km y 13:59 en un 5.000.

* Pero sería en 2011 cuando todo el mundo empieza a saber de sus hazañas. Se da a conocer a lo grande en febrero, tras acabar tercero en el Maratón de Tokio con un registro espectacular de 
2h:08:37, lo que suponía rebajar en cuatro minutos su marca personal. Fue el primer japonés en cruzar la meta, exhausto, casi sin respiración. Lo más sorprendente era que aquel atleta amateur había hecho la mejor marca nacional desde 2008, con lo que automáticamente lograba plaza para los Mundiales de Daegu. Había nacido la leyenda del corredor-ciudadano.

* Entonces se supo que Kawauchi, quien entonces estaba a punto de cumplir 24 años, era un atleta autodidacta: se entraba sólo (sin preparador, al margen de cualquier estructura de equipo y de la Federación), en una única sesión de mañana, mientras que por las tardes trabajaba ocho horas en un Instituto. Según contó él mismo, en esos entrenamientos matinales realiza un promedio de 150 kilómetros semanales, bastantes menos que el tradicional sistema japonés.

* Ese entrenamiento incluye, a la semana, una tirada larga, un día de series, y otro de carrera por montaña, siendo el resto de sus entrenamientos rodajes de unos 80 minutos.

* Explicó entonces que en la escuela secundaria le costaba seguir el ritmo de los entrenamientos oficiales por lo que decidió abandonar la metodología japonesa para comenzar a hacer las cosas a su manera: "Entrenarme por mi cuenta me da libertad, aunque tenga que asumir toda la responsabilidad. Pero con esa libertad, puedo disfrutar con otros corredores que piensan como yo, e ir a mi propio ritmo, sin presiones. Yo elegí esta vida, y la disciplina me mantiene concentrado".

* Aquel triunfo de Kawauchi, quien ni siquiera estaba federado, supuso una revolución para el maratón japonés, cuyos sistemas oficiales de entrenamiento siempre han contado con una gran fama. De repente, todo el programa para maratonianos que llevaba a cabo la Federación japonesa desde los JJOO de Pekín 2008 quedaba en entredicho con los éxitos de este atleta semidesconocido que se entrenaba solo y se pagaba sus propios viajes cuando competía.

* En el Maratón del Mundial de Daegu quedó 18º (2h:16:11), ayudando a Japón a conquistar la medalla de plata por equipos.

* A finales de ese mismo año vuelve a asombrar al mundo al terminar dos maratones en 15 días con marcas más que notables. El 4 de diciembre acaba tercero en el maratón de Fukuoka (2h:09:57), y tan sólo dos semanas después, desafiando todas las lógicas de la fisiología del deporte, que habla de un desgaste brutal del cuerpo tras una de estas pruebas, es segundo en el de Hofu Yomiuri con un registro de 2h:12:33. Ya se le considera un ateta excepcional.

* En todas estas carreras impresiona además por su estilo agónico, valiente y combativo, corriendo los últimos kilómetros al límite de sus fuerzas; agachando la cabeza, apretando los dientes y cerrando los ojos en los momentos de mayor esfuerzo. No entiende de estrategias, y sale siempre a darlo todo desde el kilómetro uno. Con el coraje y el arrojo de un Samurai; hasta donde el corazón y sus piernas le lleven. Por eso, es habitual que finalice sus maratones exhausto, hasta el punto de haber acabado en la enfermería tras varios de ellos.

* En 2012, contraviniendo todos los tratados atléticos, disputa diez maratones (ganando seis de ellos) y una carrera de 50 kms (Oki Ultra). Llegó a vencer en tres maratones consecutivos en apenas un mes y medio. Y aunque no consigue mejorar su mejor marca en los 42,195 km, deja otro doblete asombroso en el mes de diciembre: corre en Fukuoka en 2h:10:29, y dos semanas después gana en Hofu con 2h:10:46. Lo que sí rebaja ese año es su plusmarca en el Medio Maratón, distancia en la que registra 1h:02:18 en su victoria en el Kawaga-Marugame Half Marathon.

* También en 2013 Kawauchi ha sido protagonista de sonadas gestas. El pasado 19 de enero tenía previsto correr el Maratón de El Cairo, y la organización le había reservado plaza en un avión como atleta invitado. Pero al llegar al aeropuerto descubrió que se había olvidado el pasaporte, por lo que no pudo embarcar. Ni corto ni perezoso, realizó una nueva reserva con otra compañía (Qatar Airways) por la que tuvo que desembolsar 6.700 euros, el equivalente a su sueldo de tres meses como administrativo. Para colmo, este vuelo no iba directo a Luxor, sino que tenía escala en Doha, lo que convirtió el viaje en una auténtica aventura. Pero su valiente gesto tuvo recompensa, ya que acabó ganando en tierras egipcias estableciendo un nuevo récord de la prueba (2h:12:24).
 


* Sólo dos semanas después, el 3 de febrero, suma una nueva victoria en el Beppu-Oita Mainichi Marathon, logrando su plusmarca personal (2h:08:15), y el récord en esta prestigiosa carrera japonesa. Y completa su hazaña en 2013 ganando el 17 de marzo el Maratón de Seúl, ¡con un tiempo de 2h08:14! que suponía rebajar por un segundo su mejor marca personal lograda un mes antes. Era su tercer maratón del año y el número 22 en poco más de cuatro años.

* Yuki Kawauchi es un atleta único que se mueve entre la admiración de los populares (para quienes es un auténtico héroe por su coraje y capacidad de esfuerzo), y el recelo de muchos atletas y entrenadores profesionales. Nunca se ha visto a nadie correr tal cantidad de maratones a tan alto nivel y sin abandonar su trabajo. ¿Durará mucho el fenómeno Kawauchi? Lo que nadie puede negar es que a sus 26 años el japonés kamikaze, el funcionario de las hazañas imposibles, agota todos los calificativos.

Fuente:
Planeta Running

jueves, 8 de agosto de 2013

La mejor hora del día para hacer ejercicio?

¿Cuál es la mejor hora del día para hacer ejercicio?

Así como el sueño y el metabolismo tienen su ciclo durante el día, el rendimiento físico también sufre altibajos; consejos para elegir el momento ideal para hacer actividad física.

 


 Para la mayoría de las personas, el mejor momento para hacer ejercicio es el único que tienen, y que encaja -un poco a la fuerza- en un agenda diaria. Pero, si se pudiera elegir la hora más propicia para la actividad física, ¿qué le recomendaría la ciencia?


"Tenemos ciclos para muchas cosas: para el sueño, para las hormonas y también para el rendimiento físico", dice el doctor Jorge Franchella, director del Programa de Actividad Física y Deporte del Hospital de Clínicas. El ritmo biológico de sueño y de vigilia, determinado por el sol, regula la temperatura corporal, la presión arterial, la atención, las hormonas y el metabolismo, todas funciones que pueden influir en la práctica deportiva. Es el famoso "reloj interno" que se altera cuando viajamos a otro país con una diferencia horaria grande.

"En los deportistas entrenados, este ciclo tiene gran importancia, porque existen picos de rendimiento durante el día, según la capacidad física que se quiera potenciar. Por ejemplo, los récords de velocidad y atletismo se suelen romper entre las 19 y las 21, porque es el momento máximo de capacidad de esfuerzo, resistencia y velocidad", explica Franchella.

En el exclusivo mundo de los deportistas de elite, nada está librado al azar. El resto de los mortales, podemos incorporar algunos trucos para, en la medida de lo posible, encontrar nuestro mejor momento para hacer gimnasia.

Entre "búhos" y "alondras"

Las personas, en general, son "matutinas" o "vespertinas", porque funcionan mejor por la mañana o por la noche. Esto también vale para el ejercicio físico. En estos casos, no hay mucho que pueda hacerse. La recomendación es no "obligar" al cuerpo a despuntar el día con una rutina agotadora, si lo único que pide es envolverse entre las sábanas y seguir descansando. "Una persona que en general se levanta a las 7 y decide arrancar 6:30 para hacer ejercicio, está forzando el reloj biológico y después pasará el resto del día dormido. El primer consejo es que empiece a hacer actividad a partir de la hora en que se levanta normalmente", recomienda el doctor Alberto Intebi, director del Instituto Argentino de Psiconeuroinmunoendocrinología.

Bien temprano

Los deportistas mañaneros son los más perseverantes, según estudios científicos. Una de las teorías es que al poner el ejercicio primero de todo, las personas se liberan del estrés y de las presiones laborales que se van sumando con las horas.

Empezar el día con ejercicio tiene más ventajas: "Estamos en mejores condiciones físicas porque el cuerpo está descansado", afirma Franchella y agrega que el "efecto residual", esa energía arrolladora que nos inunda después del gimnasio, dura varias horas. "En tu cuerpo queda una memoria de bienestar", explica.

"El cuerpo genera endorfinas y óxido nítrico que contribuyen con un mejor estado del humor. Las situaciones de estrés impactan menos. Si uno espera a terminar el día para hacer actividad física, se pierde este beneficio sobre el humor", aporta Intebi.

Pero la mañana también tiene sus contraindicaciones. Entre una y tres horas antes de despertarnos, la temperatura corporal está baja. Los músculos estuvieron dormidos durante horas y crece el riesgo de lesiones si no se elonga bien. La circulación sanguínea es lenta y muchas veces "cuesta arrancar". Además, bien temprano, la hormona cortisol está en su auge y puede aumentar la fatiga.

Bendita tarde

Muchas investigaciones apuntan que el atardecer como el mejor momento para moverse. La temperatura del cuerpo es alta entre las 16 y las 17, así que los músculos se encuentran mejor preparados para encarar una rutina. La fuerza, la performance anaeróbica y la resistencia también mejoran en este tiempo del día. Un estudio de la universidad finlandesa de Jyväskylä, mostró un leve incremento en el tamaño del músculo en un grupo de personas que se entrenaban entre las 17 y las 19.

Pero -siempre hay un "pero"-, el que sale del trabajo y va al gimnasio después de las 19 lleva encima la carga del estrés y el cansancio. "Si bien el ejercicio te ayuda a desahogarte, después de un día laboral tu cuerpo está más contracturado -advierte Franchella-. He visto muchas lesiones musculares de personas que llegan de trabajar estresadas y tensionadas, que no llegan a relajarse y entonces el ejercicio les suma sobrecarga".

Por otro lado, la actividad física nocturna no es apta para desvelados. "El aceleramiento dura un par de horas", asegura el médico. Una clase de spinning a las 20 es una inyección de energía para un cuerpo que se está preparando para dormir. Aumenta el ritmo cardíaco, sube la temperatura corporal y chau sueño. Por eso, Intebi aconseja terminar la actividad dos horas antes de acostarse.

Encontrar el rato

Para gran parte de las personas que hacen horario de oficina, el almuerzo es el recreo ideal para darse una vuelta por el gimnasio. La recomendación en este caso es comer después del ejercicio, sobre todo si la vianda es muy pesada, y evitar la actividad al aire libre. "Si se realiza dentro de un lugar cerrado no está mal. El problema es en el exterior, porque de 11 a 16 los rayos son peligrosos y es el pico de calor", avisa Franchella. Cuando el termómetro arde, el cuerpo no puede perder calor. "Aumenta la temperatura del núcleo corporal y si sube a más de 37 grados, el cerebro sufre y se pone en riesgo la salud. Es una locura correr cuando hace 40 grados afuera", advierte el especialista.

Un interrogante

Los argumentos están sobre la pista y algo queda claro: ni siquiera la ciencia logra ponerse de acuerdo sobre el mejor momento para ejercitarse. Y hay otro punto importante que resalta Jorge Franchella: "Los picos de máximo rendimiento muscular y de máximo rendimiento aeróbico no coinciden. Mientras que las mitocondrias, encargadas de la oxigenación, rinden más alrededor de las 15, mientras que el mejor momento para los músculos se encuentra en torno a las 19. Por esto, no puede establecerse un momento ideal para una persona común".

Resta encontrar cuál es la hora óptima para cada uno, de acuerdo con las habilidades que quiera explotar, sus hábitos y su reloj interno. Intebi es más categórico: "Los beneficios del ejercicio son tantos que lo más importante es hacerlo, a la hora que sea, 30 minutos cada día"..
 
Por: Mariana Israel para La Nación